El 2020 fue un año difícil para el mundo y en particular para el Ecuador.  La emergencia sanitaria causada por la COVID-19 provocó una profunda recesión que redundó en un repunte de la pobreza. Esta crisis amplificó los desequilibrios macroeconómicos que el país estaba intentando subsanar desde el fin del boom de los precios del petróleo. Además, la crisis puso en evidencia algunas debilidades estructurales como la carencia de amortiguadores macroeconómicos, la elevada informalidad, un sistema de salud poco preparado y las grandes brechas en el acceso a servicios públicos.

Ecuador requiere hacer frente a desafíos remanentes de la crisis sanitaria, promover la recuperación de la actividad económica y proteger a los grupos más vulnerables. Superar estos desafíos es crítico para concretar una rápida recuperación de la crisis.

En relación con la protección de la población más vulnerable, es crítico que el país afronte desafíos como los altos índices de desnutrición infantil, promoción de una mayor calidad de los servicios públicos, mejora de la

eficiencia y progresividad del gasto en salud, educación y protección social y cierre de las brechas que afectan a la población rural.

El Índice de Desarrollo Humano o IDH, que elabora las Naciones Unidas para medir el progreso de un país y que en definitiva nos muestra el nivel de vida de sus habitantes, indica que los ecuatorianos se encuentran en el puesto 86.

Acción Verapaz en Ecuador

Las contrapartes de Acción Verapaz se encuentran distribuidas a lo largo y ancho del país, enmarcadas en el entorno de las diferentes presencias de Familia Dominicana.

Las necesidades de estas contrapartes son las derivadas de proyectos relacionados con:

  • Educación y formación
  • Infraestructuras y equipamiento
  • Situaciones de emergencia

Fuente: bancomundial.org


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