Colombia ha mantenido tradicionalmente luchas internas por el control político de carácter violento que de alguna manera prosiguen en la actualidad. La crisis económica debida al confinamiento causado por el virus SARS-CoV-2 ha provocado el empobrecimiento de la población con menos recursos, debido a la informalidad de la economía de estas clases sociales.

De igual manera existe una grave problemática en determinados Departamentos, especialmente los del Pacífico colombiano, como el Valle del Cauca y el Chocó, donde la ausencia de las instituciones estatales provoca que la población civil se encuentre a merced de las luchas por el territorio que enfrentan entre si a grupos narcoterroristas; Provocando el desplazamiento de cientos de personas, siendo la Iglesia en la mayoría de las ocasiones la única organización que defiende a la población más desfavorecida y el único recurso de esta.

Acción Verapaz en Colombia

Las contrapartes se encuentran distribuidas geográficamente en localidades o distritos marginales de las grandes ciudades del país, donde se concentra la población con menos recursos y donde desde hace años acompañan a la población local e inmigrante y desde donde ofrecen un esencial apoyo social, educativo y económico; de la misma manera las contrapartes actúan con diligencia en los Departamentos del Chocó y Valle del Cauca, donde continúa el problema de la violencia a gran escala.

Con este escenario, las necesidades de las contrapartes son esencialmente en proyectos de integración de la población más desfavorecida, incluida la inmigrante, recursos destinados a educación, necesidades de emergencia ante determinadas circunstancias coyunturales y de infraestructura que acompañe a los proyectos mencionados.


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