Crisis climática y países empobrecidos

¿Por qué hablamos de crisis climática?

En la cumbre de París (COP21) de 2015, los Gobiernos acordaron:

  • El objetivo a largo plazo de mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2°C sobre los niveles preindustriales
  • Limitar el aumento a 1,5°C, lo que reducirá considerablemente los riesgos y el impacto del cambio climático
  • Que las emisiones globales alcancen su nivel máximo cuanto antes, si bien reconocen que en los países en desarrollo el proceso será más largo
  • Aplicar después rápidas reducciones basadas en los mejores criterios científicos disponibles.

Antes y durante la conferencia de París, los países presentaron sus planes generales nacionales de acción contra el cambio climático (CPDN). Aunque los planes no bastarán para mantener el calentamiento global por debajo de 2 °C, el Acuerdo señala el camino para llegar a esa meta.

CRISIS CLIMÁTICA Y PAÍSES EMPOBRECIDOS

Como puede verse en la gráfica, en la actualidad hemos superado ya 1ºC de calentamiento global y es posible que el incremento sea superior al que se muestra, pudiéndose alcanzar los 2º C antes del 2060.

Ya hemos visto que los avances en las últimas cumbres han sido escasos, con muy poco compromiso de los grandes emisores de CO2, que es la causa fundamental del aumento de la temperatura media.

La situación es ya dramática, con grandes catástrofes naturales causadas por el cambio climático, con una mayor frecuencia y virulencia: huracanes, ciclones, Danas, grandes incendios, inundaciones, sequías, etc., porque los impactos genéricos por el incremento de temperatura son:

  • Eventos extremos: frecuencia e intensidad
  • Desaparición de biodiversidad terrestre y marina, ecosistemas y sus servicios
  • Producción de alimentos en agricultura, ganadería, suministros de agua.
  • Consecuencias para la salud y seguridad humana.
  • Impacto en infraestructuras y crecimiento económico.

En la siguiente figura, puede verse que el número de desastres naturales sigue una recta ascendente.

datos

Pero también contribuye a la desigualdad, ya que hay diferencias regionales, porque no son iguales, las temperaturas medias, ni las extremas, las precipitaciones fuertes, ni las bajas precipitaciones y sequía.

Desigualdad

Actualmente el 1% más rico del planeta posee tanta riqueza como el 99% restante. La desigualdad entre los más ricos y los más pobres sigue en aumento y es ya uno de los principales desafíos de nuestro tiempo. Los niveles de desigualdad existentes socavan nuestros esfuerzos para erradicar la pobreza, erosionan la cohesión social y suponen una amenaza para la democracia. Se puede hablar de una desigualdad extrema.

La creciente desigualdad en términos de riqueza es solo la punta del iceberg. Por debajo hay una compleja relación de desigualdades múltiples en términos de renta, de acceso a servicios sociales básicos, o a recursos productivos; desigualdades entre grupos étnicos, entre hombres y mujeres, o entre zonas geográficas.

Pero es que además los más pobres, son los menos responsables de las emisiones, el 10% más rico del planeta es responsable del 50% de las emisiones de CO2 asociadas al consumo; una pequeña élite contaminante que es 60 veces más responsable de las emisiones de CO2 que el 10% más pobre.

Una situación que la crisis climática acentuará dado que, aunque afecta a todos, la mayor carga recaerá sobre la población en situación de pobreza, recaerá sobre los países más empobrecidos, con menores infraestructuras de todo tipo.

Además, ya hemos dicho anteriormente que hay diferencias regionales y algunos de los países más pobres, están en esas regiones donde las consecuencias serán más extremas.

Consecuencias en los países empobrecidos

Aunque ya hemos indicado antes los impactos genéricos por la crisis climática, las consecuencias más concretas se traducen en:

  • Temperaturas máximas más altas, más días cálidos y más olas de calor en casi todos los países con un incremento de mortalidad en grupos más vulnerables, estrés por calor en animales domésticos y vida salvaje, incremento del daño en muchos tipos de cultivos, mayor actividad de algunas enfermedades y vectores de riesgo. La mayoría de las personas en situación de pobreza no tienen seguro médico y por tanto, se encuentran sumidos en una crisis de salud. La crisis climática hará que enfermedades como la malaria o la diarrea severa, la desnutrición o el estrés aumenten.
  • Precipitaciones más intensas, aumento de inundaciones, movimientos de tierra y avalanchas, incremento de la erosión del suelo.
  • Aumento de la duración del estiaje en la mayoría de las zonas continentales y en latitudes medias, con descenso de la producción agrícola, descenso de calidad y cantidad en fuentes de agua, incremento de incendios forestales.
  • Las sequías en zonas donde las poblaciones tienen problemas de nutrición, son y serán más frecuentes, reduciendo aún más el acceso a alimentos, con el aumento de las dificultades para acceder al agua para ellos y sus ganados.
  • Incremento de la intensidad de las máximas de viento y lluvias en huracanes: incremento de mortalidad, incremento de daño en muchos tipos de cultivos, infraestructuras, bienes de producción, etc.… incremento de la erosión en la costa, daño en ecosistemas costeros que sirven de sustento a millones de personas.

Hay zonas especialmente sensibles, a los que a su propia fragilidad se suman las consecuencias de la crisis climática, como el cuerno de África, países subsaharianos y centroafricanos, en los que además hay situaciones de conflictos armados o violencia.

Países del sureste asiático muy expuestos a los monzones, Filipinas, Myanmar, Vietnam, etc.

Estados insulares, donde verán aumentar la frecuencia e intensidad de los ciclones tropicales, Cuba, Haití, R Dominicana, etc.

El aumento del nivel del mar, unido al aumento de ciclones, tendrá mucha influencia en islas del Índico y Pacífico, países de muy poca altitud, como Mozambique, Bangladesh.

Sequías muy severas, junto a episodios de inundaciones como en Centroamérica, países sudamericanos

La lista no es exhaustiva, pero es una muestra importante de las consecuencias dramáticas que tendrá y tiene ya actualmente el cambio climático.

La emergencia climática tiene un impacto exponencialmente mayor sobre aquella población que depende de los recursos naturales para ganarse la vida y que habita en las zonas rurales, justamente donde se centra el 80% de la población que vive en extrema pobreza.

Finalmente es importante señalar que cuanto menor sea el incremento de temperatura, menores serán sus efectos... Por ejemplo, si el aumento de temperatura fuese tan solo de 1,5ºC y no de 2ºC, como se estima, ayudaría a hasta 450 millones de personas vulnerables a los riesgos del clima. Según el Banco Mundial, con esos 2ºC, entre 100 y 400 millones de personas estarían en riesgo de pasar hambre y entre 1.000 y 2.000 millones no tendrían agua suficiente para su supervivencia. Además, para el 2080 se estima que el rendimiento mundial de cultivos se reduzca en un 30%, lo cual implica una pérdida enorme de alimentos.

Habrá mayores riesgos a 2°C que a 1,5°C para la salud humana, en particular en relación con el calor y con las concentraciones de ozono. También serán mayores los riesgos relacionados con las enfermedades de transmisión por mosquitos (malaria, dengue, etc.) incluidos los desplazamientos en su distribución geográfica.

Luchar contra el cambio climático es también luchar contra la pobreza, para impedir que las diferencias sociales sean cada vez mayores. Luchar a favor de la erradicación de la pobreza es luchar por los derechos humanos.