Es el único país del Sudeste Asiático que no ha sido colonizado por ningún país europeo. Junto a otros problemas sociales Tailandia ha sufrido tradicionalmente enfrentamientos entre musulmanes y budistas y la dicotomía entre gobierno civil y militar, debatiéndose desde hace décadas entre las ansias de libertad del pueblo y continuos golpes de estado que oscurecen la aparente monarquía constitucional.

El 75% de la población pertenece a la etnia tai, siendo las dos minorías étnicas más importantes los descendientes de chinos (14%) y los malayos de religión musulmana (4%).

Tailandia sigue siendo uno de los países más abiertos e importantes del Sudeste Asiático, a pesar de los conflictos que vienen ocurriendo desde los últimos años y de la actual situación política que aprovechando la situación de pandemia han tomado medidas que restringen las libertades políticas y de expresión.

Tailandia tiene una población de 67 millones de habitantes, con un nivel de alfabetización del 95,6%, un sistema de salud de cobertura universal y un salario mínimo nacional, y ha logrado reducir la pobreza del 60% en 1988 al 13% en 2011.

El 88% de contribución al PIB proviene del sector industrial y servicios en partes iguales, aportando  el sector agropecuario el 12% restante, siendo el arroz el cultivo predominante.

La situación de la mujer en Tailandia la podemos resumir con este titular  del diario El País: “La ley las protege, los datos las ocultan y ellas callan”.

Acción Verapaz en Tailandia

Acción Verapaz ha dirigido durante los últimos años sus colaboraciones en Tailandia a 3 ámbitos muy concretos, refugiados, educación y mujer.

Las Misioneras de Santo Domingo y la Congregación de Santo Domingo han sido nuestras contrapartes de confianza, gracias a la magnífica labor que desempeñan en el apoyo y seguimiento de refugiados procedentes de países colindantes, en el primer caso, y en la promoción de la mujer y el apoyo a la infancia en riesgo, mediante su trabajo en la Casa Hogar, en el segundo.