Os presentamos el estudio:
Nicaragua: ¿Una iglesia perseguida?
“Nos han cerrado todas nuestras radios. Pero la Palabra de Dios, no la callarán”
Monseñor Rolando José Álvarez (agosto 2022)
Contenido
Prólogo................................................................................................................................... 1
Introducción........................................................................................................................... 3
- Metodología del Estudio............................................................................................... 5
- Nicaragua: Hostilidades a la Iglesia Católica en el período de abril 2018 a julio... 7
- El silencio en la jerarquía católica de Nicaragua....................................................... 22
- Sistematización de hostilidades a la Iglesia Católica nicaragüense......................... 24
- Cronología de profanaciones y ataques en contra de la Iglesia Católica .............. 277
SOBRE LA AUTORA
Martha Patricia Molina Montenegro
Nace en Nicaragua el 13 de febrero de 1981. Es abogada y notaria pública. Realizó estudios de maestría en la universidad de Salamanca- España, obtiene el título de máster en Corrupción y Estado de Derecho. Estudios de licenciaturas: Universidad Centroamericana (UCA) Licenciada en Derecho; Universidad Americana (UAM), Licenciada en Diplomacia y Relaciones Internacionales. Ganadora del Premio Internacional de la Libertad Religiosa 2023 otorgado por la Oficina Internacional de la Libertad Religiosa del Departamento de Estado de Estados Unidos. Es autora del estudio: “38 Mecanismos de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes utilizados en las cárceles de Nicaragua”. La autora es miembro del Consejo Editorial del diario La Prensa de Nicaragua. Es activista de la organización Nicaragüenses en el Mundo Texas (NEEM) y del Grupo Interreligioso-Nicaragua. Ha realizado diversas investigaciones sobre la corrupción en la Administración Pública de Nicaragua. Ha sido docente universitaria de la Universidad Católica Juan Pablo II de la Conferencia Episcopal (CEN) y de la Universidad American College. Católica.
Prólogo
Nicaragua, una iglesia en el calvario de la persecución
La historia reciente de Nicaragua está marcada por el dolor, la resistencia y la valentía. En este contexto, la Iglesia católica ha sido testigo y protagonista crucial de la lucha que los nicaragüenses iniciaron el 18 de abril de 2018 por la justicia, los derechos humanos y la libertad.
Desde esa fecha, la represión estatal no ha conocido límites. La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo respondió a las protestas pacíficas con una campaña de terror y violencia dirigida a silenciar a todos aquellos que se opusieron al régimen. La Iglesia católica, en su papel de mediadora y defensora de los derechos humanos, se encontró en el ojo del huracán.
La quinta entrega del informe “Nicaragua: ¿Una Iglesia Perseguida?” es un valioso documento de investigación que la abogada y defensora de Derechos Humanos, Martha Patricia Molina inició oportunamente a partir de aquel estallido social. A la fecha, detalladamente documenta 870 agresiones perpetradas contra la Iglesia y sus miembros, ofreciendo un testimonio claro y contundente del sufrimiento infligido.
Su trabajo no sólo permitirá atestiguar, cuando lo requiera la historia, el calvario que la Iglesia católica ha vivido en este período, sino que es un testimonio para la actualidad, claro y detallado, de la resistencia y el sufrimiento de toda la Iglesia, desde sus obispos hasta la feligresía, bajo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
A partir de las protestas de abril de 2018, la Iglesia católica en Nicaragua fue un faro de esperanza y un oasis de refugio para aquellos que buscaban justicia y paz en medio de la violencia desatada. Sin embargo, esta postura ha tenido un costo altísimo. Los sacerdotes, monjas y laicos han sido objeto de una persecución sistemática.
El informe inició con una pregunta, ¿una iglesia perseguida? Sin embargo, seis años después, las 870 agresiones que hasta el momento Molina ha documentado contra la Iglesia, ya no dan lugar a la duda.
Las agresiones están clasificadas en siete categorías, que van desde ataques físicos y profanaciones hasta cierres arbitrarios de instituciones religiosas, encarcelamiento de decenas de sacerdotes, incluyendo dos obispos, y el destierro, hasta la fecha, de 143 clérigos, lo que representa más del 23 por ciento del total del clero en Nicaragua.
Como consecuencia de esa brutal agresión, la Iglesia está silenciada, ningún sacerdote, ni dentro ni fuera del país se atreve a hablar de política y menos de criticar al régimen.
Este silencio al que está sometido el clero no es en su totalidad por temor. El mutismo tanto dentro como fuera de Nicaragua tomó efecto a partir de que los obispos Rolando Álvarez de Matagalpa e Isidoro Mora de Siuna, junto a 17 religiosos más que fueron excarcelados y desterrados a Roma por la dictadura mediante una “difícil negociación,” según admitió el Vaticano. Aunque no existe ningún documento ni declaración oficial que confirme que esto fuera parte del acuerdo, el silencio es tan evidente que es ensordecedor.
Tristemente, la persecución y el asedio continúan. Tal como lo ha dicho un sacerdote obligado al exilio que se atrevió a hablar desde el anonimato, “el mal sigue… siguen desterrando sacerdotes, han cerrado emisoras, las cuentas siguen congeladas, los templos siguen asediados, las misas las siguen grabando y familiares nuestros constantemente son asediados”.
Al momento de escribir estas líneas el régimen ha desatado una nueva cacería contra los sacerdotes, principalmente de las diócesis de Matagalpa y Estelí, que se encuentran sin obispos. Allá han sido detenidos al menos ocho sacerdotes en cuestión de días, estos probablemente pasarán a engrosar la cifra de los presbíteros injustamente desterrados.
Es por eso que este documento es esencial para comprender la magnitud de la persecución religiosa en Nicaragua y, reitero, es ya una herramienta crucial para la memoria histórica así como, eventualmente, para la justicia transicional que algún día deberá aplicarse en el país. Cada una de las agresiones ha sido un golpe no sólo a la Iglesia, sino también a la libertad religiosa y a los principios fundamentales de justicia y dignidad humana. Ahora están documentadas.
Este trabajo tesonero de la abogada Molina sirve también un propósito más inmediato, ya que permite abrir los ojos de la comunidad internacional, para que reconozca el sufrimiento de un pueblo que, ante las adversidades inconmensurables que enfrenta, continúa firme en su fe.
La valentía y dedicación de Martha Patricia Molina al compilar y presentar estos datos son un testimonio del poder de la verdad y la resiliencia. Su trabajo no solo honra a las víctimas de esta persecución, sino que también nos recuerda la importancia de la vigilancia y la solidaridad en tiempos de opresión.
Invito a los lectores a sumergirse en estas páginas con un espíritu de empatía y acción. Que este informe sea una llamada a la reflexión y una inspiración para la acción de todos aquellos que valoran la libertad y la dignidad humana.
Eduardo Enríquez* Miami, agosto 2024 - *Editor jefe del Diario La Prensa Nicaragua
Puedes leer el Estudio completo, pinchando en este enlace