Llegamos de horizontes distintos y vamos por el mismo camino y en la misma dirección; juntos pero cada uno con sus emociones, recorrido y compromiso. Nos encontramos por un mismo desafío que guía nuestros pasos: la misión que hemos descubierto y abrazado cada uno a su manera.
Una misión que nos une
Yo la tuve que meditar minuciosamente porque me invitaba a dar un cambio total a mi vida, me indicaba otra dirección muy distinta. Hoy nos encontramos juntos escribiendo una historia inesperada cuyo final dependerá de la realización de estos niños por los que nos hemos comprometido. Y lo curioso es que este proyecto ha hecho de nosotros una familia en la que podemos mirar al otro a los ojos y llamarle hermano, de verdad.
Equipos de responsables de Gaya y Dosso juntos con niños invidentes
La sonrisa que nos anima
Claro que hay momentos difíciles de desencuentro y desorientación, pero entonces surge una sonrisa que vuelve a darnos vida y ánimo diciendo sin pronunciar una palabra: “no me dejes, te necesito”. Es la sonrisa de estos niños invidentes que ilumina todas las situaciones. Y cuando los ves felices por las atenciones y el amor recibido desaparecen tus dudas.
Son nuestro motor, el motor de la familia que hemos constituido. Antes íbamos cada uno a nuestro aire, hoy estamos unidos en esta familia UNION KAARI YAN MA DUMI (Unidos por la Luz). Una luz que atrae y que ilumina tanto a los niños como a nosotros.
Formamos una familia
Juntos hemos hecho brillar la luz en la oscuridad y seguiremos en ello, trabajando con estos niños y guiándolos por el camino de su realización y dignidad
Yo me encuentro feliz en esta familia y trabajar juntos por este proyecto que nos une, que atrae a otros compañeros, que motiva a otras personas que nos ayudan y felicitan, que rezan por nosotros. Todos juntos formamos esta familia que trabaja por la luz. Que el Señor continúe iluminándonos con su sabiduría.
Os deseo a todos una Feliz Pascua de resurrección, la fiesta de la luz.
Dieudonné