Desde Fratelli, la comunidad celebra el regalo de la Pascua, un momento que este año unió a ortodoxos y cristianos en un mismo espíritu de fraternidad y cuidado mutuo. Desde este rincón del mundo, Fratelli nos recuerda la invitación del Papa Francisco a ser una «Iglesia en salida», practicando la cultura del cuidado y viviendo una fraternidad universal.
En Fratelli, esa fraternidad se refleja cada día en un grupo de niños y niñas de 15 años, entre ellos Mojana, Fali, Abderramán, Fátima y Una. Su presencia en Fratelli significa más que solo un espacio seguro: es una oportunidad para construir su futuro, alejados del trabajo forzado, la calle y los matrimonios a cambio de dinero.
«Cada día que están aquí es un día que no están trabajando de sol a sol, que no están en la calle o que sus padres no les han dado para casarse a cambio de dinero. Cada día que hacen aquí están construyendo su futuro». Con el corazón agradecido y la esperanza puesta en un mañana mejor, desde Fratelli nos envían un saludo grande, lleno de fe y compromiso.