Os mostramos un artículo de Global Sisters Report - Comunicación al servicio de la vida religiosa, en el que nos hablan de Maritze Trigos, Dominica de la Presentación de Colombia. Nos hablan de su trayectoria vital, que se resumiría en 'medio siglo de lucha por la memoria y contra la violencia en Colombia'. La Hna. Maritze Trigos Torres transformó el duelo en acción y el silencio en un grito colectivo.
La "monja rebelde": medio siglo de lucha por la memoria y contra la violencia en Colombia
En un acogedor apartamento de un tercer piso en Soacha, Colombia, a las afueras de Bogotá, la Hna. Maritze Trigos Torres saca una bolsa de plástico de un armario. Dentro hay fotografías que nadie debería tener que ver: el cuerpo en descomposición del padre Tiberio Fernández Mafla, hallado sin cabeza ni manos en el río Cauca; una madre acunando el cráneo de su hijo desaparecido; una amenaza de muerte garabateada con carbón en una pared con el nombre de Trigos.
"Se van o los picamos, defensores de mierda", dice el mensaje.
A sus 82 años, esta diminuta monja dominica —de apenas un metro y medio de estatura y una corona de cabello blanco como la nieve— ha dedicado más de medio siglo a defender los derechos humanos, superando amenazas de muerte como esta. Lo que ha vivido desafía cualquier descripción, pero se ha dedicado a plasmar en palabras —como poeta, activista, oradora pública y organizadora— los horrores que ha presenciado.
Había sufrido recientemente un derrame cerebral, dijo, lo que explicaba el temblor en la voz firme y elocuente que había denunciado el crimen, la corrupción y el horror que han asolado estas tierras durante medio siglo.
Sin embargo, nada ha empañado su radiante sonrisa, que alterna con feroces denuncias sobre las poderosas fuerzas que han aterrorizado a los pobres de Colombia. Ella ha presenciado su crueldad con demasiada frecuencia en su trabajo con las víctimas del conflicto armado que ha durado décadas.
"Cuando llegué, la gente no podía hablar. El trauma era muy profundo. Las madres que habían visto a sus hijos torturados se quedaron mudas": Hna. Maritze Trigos sobre la violencia que presenció en Trujillo, Colombia
Trigos le dice la verdad al poder con la misma facilidad con la que esboza su sonrisa pícara. "Soy la monja rebelde", le gusta decir. De hecho, ha desafiado la autoridad desde que se unió —a los 18 años, en 1961— a las Hermanas Dominicas de la Presentación, la congregación que la educó de niña en Ocaña, al norte de Santander. Luego, hizo sus votos religiosos en Francia en 1964.
"Resistir, persistir y nunca desistir", dijo, recitando el lema de Afavit, la Asociación de Familiares de Víctimas de Trujillo, un pintoresco pueblo del Valle del Cauca que se ha convertido en un símbolo de la memoria colectiva del país y de la reflexión sobre las atrocidades del pasado.
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