💚 𝐂𝐫𝐨́𝐧𝐢𝐜𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐂𝐢́𝐫𝐜𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐞 𝐒𝐢𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨, 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐓𝐫𝐚𝐛𝐚𝐣𝐨 𝐃𝐞𝐜𝐞𝐧𝐭𝐞
📢 La Red Social Galicia Sur nos ha invitado a participar en el Círculo de Silencio que se ha celebrado el pasado jueves 2 de octubre a las 210:00h. en la Farola de Urzáiz en Vigo.
📢 Se ha apoyado la convocatoria de la HOAC, en el marco de la iniciativa de la Iglesia por el Trabajo Decente, reivindicando trabajo decente para todas las personas.
📢 Este año, en particular, ponemos el foco en la situación de las personas migrantes.
📢 Cabe destacar que también coincidió en el tiempo y lugar con una manifestación Propalestina a la cuál también nos unimos, por lo que tuvimos que recortar el tiempo en silencio.
📢 Como siempre, hasta el primer jueves de noviembre.
Manifiesto por la Jornada Mundial por el Trabajo Decente 2025
De nuevo, este 7 de octubre, las organizaciones que promovemos la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) nos unimos a millones de trabajadores y trabajadoras en todo el mundo para conmemorar la Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Una jornada que nos convoca a reivindicar el esencial: el trabajo decente es un derecho irrenunciable, nunca un privilegio.
Resulta doloroso constatar que, en pleno 2025, tras décadas de luchas obreras y sociales, aun tengamos que alzar la voz para reclamar condiciones laborales fundamentales: un salario justo, contornos de trabajo seguros y saludables, respeto por los horarios y por el descanso, así como la igualdad de trato, sin distinciones por razón de género, origen o situación administrativo.
El trabajo que se genera hoy no siempre es camino de inclusión. Chicos, mujeres, familias con menores a su cargo y personas migrantes se enfrentan cada vez la mayores riesgos de pobreza y exclusión social, mismo trabajando. Frente a esta injusticia, recordamos las palabras del papa Francisco al inicio del Jubileo 2025, cuando nos llamó a mantener viva la esperanza: una esperanza activa, que no se resigna ni abandona, sino que se organiza, denuncia y construye alternativas.
Coincidiendo con el año del Jubileo de la esperanza, queremos poner el foco en una de las situaciones más sangrantes de nuestro mundo del trabajo: la de las personas trabajadoras migrantes. Resulta imprescindible recordar que, según el Banco Central Europeo, las personas trabajadoras migrantes fueron responsables del 80% del crecimiento económico de España en el último lustro. Aunque solo representan el 13,6% del empleo, protagonizaron más del 40% de los nuevos puestos de trabajo creados en el último año. Esta aportación, sin embargo, no se corresponde con su reconocimiento social ni con la calidad del empleo que ocupan, marcado muchas veces por la precariedad. La aportación de las personas migrantes debe ser reconocida y dignificada. Sin embargo, se está normalizando el racismo y la aporofobia contra las personas migrantes, especialmente menores, dando lugar a episodios tan lamentables como el reciente ataque al centro de menores extranjeros de Monforte de Lemos.
Hace falta recordar que el 9 de abril de 2024, el Congreso de los Diputados aprobó por mayoría absoluta la toma en consideración de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para una regularización extraordinaria de personas migrantes. Más de un año después, el proceso sigue paralizado, condenando a la invisibilidad y a la economía sumergida a cientos de miles de personas que buscan sobrevivir con dignidad.
Las personas que vivimos en este país, habíamos nacido aquí o no, tenemos derecho a un trabajo decente: aquel que expresa la dignidad de toda persona, es libremente elegido, contribuye al desarrollo comunitario, garantizador el respeto sin discriminación, permite sostener a la familia, reconoce el derecho de organización y expresión, favorece el equilibrio personal y espiritual, y asegura condiciones justas en la jubilación (Cfr. Caritas in veritate). Un trabajo que dignifica, que integra, que permite cuidarnos como hermanos y hermanas, y que permite sostener la vida esperanzada y compartida.
Reclamamos justicia, humanidad, trabajo decente: Derechos, no privilegios.