Mejorar las condiciones de vida de refugiados y desplazados en Rmeileh, Saida y Beirut durante tres meses, en el contexto de la crisis humanitaria causada por el conflicto armado.
A raíz del conflicto armado iniciado en 2023, miles de familias fueron desplazadas y obligadas a abandonar su país en busca de mejores condiciones de vida. La escasez de alimentos, vivienda y atención sanitaria ha provocado la muerte de miles de personas, generando una profunda crisis humanitaria. Ante esta emergencia, resulta imprescindible brindar apoyo inmediato mediante la entrega de alimentos, colchones y medicación, que otorguen a estas familias un mínimo de estabilidad y esperanza.
El 7 de octubre de 2023, el grupo armado palestino Hamas perpetró una masacre en Israel que dejó más de 1.500 muertos y cientos de personas tomadas como rehenes. Como respuesta, el gobierno israelí inició la guerra de Gaza. Al día siguiente, Hezbollah se unió al conflicto desde el Líbano. Durante un año se produjeron intercambios diarios de fuego de artillería, misiles y bombardeos entre ambas partes. Tras la muerte del líder de esta milicia palestina, la situación se intensificó, y en septiembre de 2024 Israel lanzó una ofensiva en todo el territorio libanés, con bombardeos en el sur del país, el valle de la Bekaa y Beirut, además de iniciar una invasión terrestre.
Esta guerra se suma a una crisis económica, social y sanitaria que las familias ya venían padeciendo desde 2019, agravando aún más su realidad. Millones de personas se han visto obligadas al exilio, enfrentando hambre y enfermedades sin contar con recursos básicos. La mayoría sobreviven en casas de familiares y amigos, en refugios improvisados en escuelas y edificios públicos, y muchos otros en las calles.
Lo que hemos logrado
Gracias a la iniciativa del equipo de Fratelli, se logró brindar apoyo a miles de personas en situación de crisis humanitaria. En un primer momento, el equipo visitó a las familias desplazadas para identificar sus necesidades más urgentes, entre las que destacaron la falta de alimentos, medicación, colchones, mantas y productos de higiene, alcanzando un total de 2.401 familias. Además de dar respuesta a estas necesidades, se consiguió visibilizar la situación ante diferentes organizaciones locales, que se sumaron al esfuerzo de apoyo.
La intervención contribuyó a aliviar la emergencia inmediata en un momento crítico, actuando en coordinación con otros actores locales e internacionales presentes en el terreno.
Durante el conflicto armado, el centro Fratelli permaneció abierto dos horas diarias en horario reducido, acogiendo a 267 niños y niñas. Allí participaron en actividades deportivas, artísticas y de ocio seguro, garantizando un espacio de contención y acompañamiento en un contexto de alta vulnerabilidad.
Asimismo, aproximadamente 1.800 familias de refugiados en Rmileh, Beirut y Sidón recibieron paquetes de alimentos, colchones, mantas, medicinas y productos de higiene, mejorando de manera significativa sus condiciones de vida.
“Aun en medio de la adversidad, la esperanza se mantiene viva en la voluntad de reconstruir y seguir adelante.”











