El tifón Haiyan arrasó Filipinas, y Verapaz recaudó una cantidad de dinero que se reparetió en tres fases
Filipinas atraviesa un momento de profunda transformación social, política y económica. Con una población que supera los 115 millones de habitantes más del 50 % menores de 25 años, el país se enfrenta a importantes desafíos estructurales, aunque también cuenta con grandes oportunidades de desarrollo.
La pobreza y la desigualdad continúan siendo problemas persistentes. A pesar de registrar un crecimiento económico sostenido en los últimos años, alrededor del 20 % de la población aún vive por debajo del umbral de pobreza. Existe una marcada brecha entre las zonas urbanas desarrolladas y las regiones del interior, donde el acceso a servicios básicos como salud, educación e infraestructura es limitado. Aunque la tasa de alfabetización es alta (superior al 95 %), la calidad de la educación varía considerablemente entre regiones.
Filipinas se consolida como una economía emergente del sudeste asiático. En los últimos años ha mantenido un crecimiento promedio cercano al 6 %, impulsado por el consumo interno, las remesas del exterior, el sector de servicios y el turismo, que comienza a recuperarse tras la pandemia.
No obstante, la economía filipina presenta importantes debilidades estructurales: fuerte dependencia de ingresos externos, bajos niveles de industrialización, infraestructura desigual y productividad agrícola limitada.
La inflación sigue afectando el costo de productos básicos, lo que repercute negativamente en los sectores más vulnerables. La agricultura, pilar de las zonas rurales, continúa rezagada por la falta de modernización, inversión y acceso a mercados.
Acción Verapaz en Filipinas
Debido a las diversas crisis sociales y naturales que ha enfrentado Filipinas, Acción Verapaz, en colaboración con la archidiócesis de Palo y las Hermanas Dominicas de la Anunciata, ha apostado por el bienestar de las familias filipinas, centrándose especialmente en la lucha contra la pobreza, la promoción de la educación, la salud, la alimentación y el apoyo a comunidades afectadas por desastres naturales.
Uno de los objetivos principales ha sido la reconstrucción de viviendas y centros comunitarios destruidos por catástrofes naturales, no solo desde un enfoque económico, sino también acompañando a las personas en su proceso de recuperación emocional y social, con el fin de que puedan vivir de forma más digna.
Además, se ha priorizado el acceso a una educación de calidad para niños y niñas, como herramienta clave para que puedan avanzar, superarse y sanar las heridas causadas por las tragedias vividas. Este apoyo a las comunidades refleja el compromiso de Acción Verapaz con el desarrollo integral de las personas, respetando su cultura y promoviendo soluciones duraderas adaptadas a su realidad.
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