Es una frase que fue dicha hace algo más de treinta años en la Escuela de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid. Se me grabó por su contundencia.

La población de la provincia de El Seybo, al este de República Dominicana, muy cerca de los complejos turísticos de Bávaro y Punta Cana, está consternada por los brutales desalojos ocurridos en estos días.

Hemos asistido con el corazón encogido a unos acontecimientos trágicos, las palabras que nos salían en medio de tanta pena y tanta impotencia me parecían débiles, los minutos de silencio demasiado breves.

De nuevo el tema de la MUJER , ¿por dónde empezamos? ¿por las más olvidadas que son generalmente las más pobres? ¿ por las menos pobres pero con vidas difíciles?

Hoy, 11 de enero del 2015, no sólo los manifestantes de la Plaza de la República, todo Paris, toda Francia, toda Europa, todo el mundo civilizado es un clamor y un grito contra la barbarie, contra el odio, contra la violencia,

Hace pocos meses, en uno de esos muchos días en que  la mayoría recibimos  multitud de noticias y escuchamos o leemos comentarios de todo tipo, me encontré con esta frase del Papa Francisco