Con este proyecto, financiado con los 2.000 € recaudados por la Delegación de Salamanca a través de su campaña de Navidad, se ha trabajado con 90 jóvenes de la etnia Nivaclé, de la zona de Campo Loa (Paraguay).

Estos jóvenes, de entre 15 y 17 años, estudiantes del 8° grado que por diferentes razones han abandonado el sistema educativo oficial, enfrentan graves problemas, como el alcoholismo, que conlleva conflictos dentro de la comunidad, desinterés por todo lo que los rodea y desvalorización de sí mismos.

El proyecto busca acompañarles y ofreceles herramientas que les ayuden a lograr una vida sana, a nivel personal y comunitario. A través de talleres formativos, dinámicas grupales y terapias profesionales se pretende:

•que los jóvenes lleguen a debatir y expresar sus ideas,

•que puedan desarrollar un pensamiento crítico frente a las dificultades que acechan sus comunidades,

•que sean protagonistas en la lucha para hacer respetar sus derechos y creencias frente a manipulaciones externas

En definitiva se espera que los jóvenes indígenas luchen por proteger su medio ambiente, su hábitat, sin dejarse sobornar y manipular por necesidades económicas, para que así sean los primeros en cuidar su entorno y la casa común.

El proyecto se ejecutó el año pasado y consistió en:

•Talleres, visitas, reuniones y encuentros de jóvenes y niños para iniciar un proceso de formación integral.

•Acompañamiento y asesoramiento con los profesores del colegio, donde asisten los jóvenes.

•Actividad pastoral en las comunidades junto a sacerdotes y catequistas: visita a enfermos, celebraciones litúrgicas, etc.

•Formación de catequistas y ministros de Eucaristía.